Un vehículo aparcado y dos personajes que se encuentran y se enfrentan en una historia de agresión y supervivencia. Un espacio mínimo, una experiencia auditiva y espacial donde sintonizar pensamientos individuales a través de la radio de un coche. Desde fuera, otros espectadores rodean el coche con la curiosidad del voyeur, recibiendo una visión diferente de una misma historia.
Esta podría ser en principio la idea sobre la que gira Crudo Ingente, la obra que Sara Serrano (directora), Pedro Guirao (espacio y dramaturgia sonora), los actores Susi Espín, Blas Sánchez y Jacinto Nicolás, el productor Nacho Vilar, y el dramaturgo Juan Montoro Lara presentan en el Centro Párraga de Murcia el próximo viernes, pero este espectáculo/instalación tiene una serie de recovecos que necesitábamos explorar. Para ello, mantenemos una conversación a cuatro con Sara, Pedro, Juan y Nacho, cada uno en una parte de la geografía europea por motivos de trabajo.
En primer lugar necesitamos conocer el germen de la obra. Para ello, el autor, Juan Montoro, nos cuenta que la obra nace “de un taller de escritura dramática en el Festival Fringe del año pasado donde había que enviar una propuesta de texto con una premisa: La acción debía transcurrir en el interior de un coche. Mandé mi propuesta y me cogieron. En realidad así nació el proyecto, no fue idea nuestra, jaja. Nacho (Vilar) se vino al estreno, volvió convencido de que lo quería montar y unos meses después le habló del proyecto a Sara.” Y continúa: “Sara ha hecho algo increíble. El texto inicial se llamaba Desnudos por dentro y al ver que ella hacía una lectura tan sugerente y estimulantemente distinta decidimos cambiarle el nombre.”
A medida que leo y escucho sus explicaciones sobre el proceso creativo de la obra, el coche se erige en actor a la altura de los de carne y hueso, precisamente la misma la idea que nos transmite la directora Sara Serrano: “Es siempre interesante la oportunidad de trabajar en un contexto espacial diferente a los lugares convencionales de exhibición. En este caso el coche nos ofrece un lugar que, por sus dimensiones, convierte la pieza en una experiencia que dependiendo del lugar que ocupes como observador, te vuelve partícipe de la misma o te transforma en testigo de un acto íntimo ajeno”. Lo habitual convertido en especial, historias que se deben mirar con el rabillo del ojo: “El hecho de que este espacio sea un objeto cotidiano de nuestro entorno habitual lo hace aún más atractivo, un vehículo como tantos que podemos ver aparcados cada día, donde sucede algo que está en los márgenes de lo posible pero, de alguna manera, distorsionado”.
Los dos hablan con pasión de la obra, cada uno desde su perspectiva, cada uno desde su lugar de trabajo, Juan en Murcia, Sara en Oslo, pero al final las historias que cuentan se entrelazan, como el proceso que se siguió al componer la obra, “un proceso creativo muy fluido, en el que todo el equipo ha trabajado a la par” en palabras de Serrano, donde la directora pidió al escritor que aportara material textual para “una perspectiva externa, la que tenía que tener el espectador, observador privilegiado del encuentro de dos personajes dentro de un coche», señala Montoro.
En nuestra conversación, Sara necesita recalcar el trabajo en común, es una obsesiva de los equipos de trabajo, y me pide que si nombro a la dirección tengo que nombrar a los actores, que si hablo con ella tengo que hablar con Pedro Guirao y con Nacho Vilar, nadie se puede quedar al margen, la obra tiene una vida que depende de sus “padres”, y si falta alguien aquélla desaparece poco a poco. De hecho, incide con vehemencia en que ella es uno de los directores, y que la dirección sonora la lleva Pedro, con lo cual, uno depende del otro.
Es precisamente éste, Pedro Guirao, artista plástico de amplia y sutil trayectoria, y director del “paisaje sonoro” que rodea Crudo Ingente, quien nos lleva una vez más por este camino de trabajo conjunto, señalando incluso que “durante el proceso de creación me he sentido director, dramaturgo, actor, escenógrafo, autor, coreógrafo, músico…, todo al mismo tiempo”. El artista no puede separar los elementos que intervienen en la obra: “La interpretación, el sonido, la puesta en escena se desarrollaron simultáneamente, retroalimentándose unos a otros. Es muy difícil hablar de cada uno de ellos por separado, cada uno de dichos elementos no habría sido posible sin la influencia de los demás”. Pero pone el acento también en el aspecto tenebroso del espectáculo: “El sonido en Crudo Ingente está construido como un espacio, un lugar para ser habitado por el público, un paisaje que te recorre mientras permaneces estático y que te transporta sensorialmente junto con la acción de los actores a rincones áridos, oscuros de la condición humana en toda su crudeza y toda su fragilidad”.
Seguimos de nuevo instrucciones de la directora de escena y hablamos por último con el productor de la obra, Nacho Vilar, que, después de una serie de comedias (véase por ejemplo su trilogía Habitus Mundi, Typical y Business Class), afronta este trabajo “no como una ruptura con lo anterior pero sí como un paréntesis”. Nos habla también de un “trabajo coral, en el que todo ha salido muy rodado, y donde hasta el coche es un actor más”.
Pero parece como si, de repente, en este punto, en la “felicidad” de ese entendimiento mutuo sobre el que gira gran parte del trabajo en equipo, se termine la zona de confort de este trabajo.Crudo Ingente, como nos comentaba anteriormente Guirao y ahora lo hace Vilar, es árida, severa, como el paisaje donde se estrenó, las playas de Cabo de Gata, “una experiencia dura pero inolvidable” en palabras del productor, y preguntarle sobre qué nos vamos a encontrar los espectadores cuando lleguemos al lugar de la escena es absolutamente inútil, “hacer una entrevista sobre Crudo Ingente es difícil, no te puedo desvelar mucho, pero sí te puedo decir que va a haber una sorpresa final”.
Un vehículo aparcado y cuatro creadores que se encuentran. Desde fuera, unos cuantos espectadores rodeamos la historia pensando que debe llegar el momento de saber qué se nos está ofreciendo.