Por Nacho Álvarez-Castellanos
Dos años después de sacar su primer disco y dejar con la boca abierta a muchos por una propuesta muy original, Crudo Pimento está a punto de sacar su segundo Lp, Fania Helvete, a la venta el próximo 24 de marzo, un disco en el que, como dicen ellos, mezclan el folklore portorriqueño, un disco de Mayhem, otro de los mejores tiempos de Mano Negra y trazas de fandangos onubense, así como blues cubista y descerebrado. Genios y figuras, los dos, complementos perfectos el uno del otro, charlamos en sus “dominios”, el barrio del Carmen, de un poco de todo, del triunfo, de los proyectos, de compromiso…, y de música, de mucha música, una pasión que se nota que disfrutan, en el escenario y hablando delante de una grabadora.
¿De dónde venís musicalmente y a dónde queréis ir, Crudo Pimento?
Raúl: Pues mira, se puede resumir en que no sabemos muy bien de dónde venimos ni a dónde vamos.
Inma: Raúl sí tiene una trayectoria musical, pero yo por ejemplo no había tocado nunca un instrumento hasta que empecé con este proyecto. Bueno, yo tengo experiencia en organización de conciertos, festivales…, al otro lado del escenario, por así decirlo.
Raúl: Como conjunto musical partimos de un punto que tenía que ver con la música de raíz americana y vamos hacia cualquier dirección. En el último disco, Fania Helvete, hay incluso black metal noruego. Venimos de cualquier sitio y vamos hacia cualquier sitio.
Os pintan, os pintamos, como algo especial en el panorama musical español, ¿vosotros os consideráis un rara avis en este panorama?
I: Sí, somos unos perros verdes.
R: Somos conscientes de que nuestra música causa cierta extrañeza en la gente, que, a primera vista, no sabe dónde ubicarnos. Efectivamente nos ve como unos perros verdes, pero vamos, en cierto modo también estamos agradecidos por ello, es decir, yo pensaba que esa extrañeza no se iba a entender, pero precisamente lo «raro» ha permitido llegar a sitios y repetir y repetir, a no parar de tocar.
El hecho de que hagamos nuestros propios instrumentos, que llaman mucho la atención, de que cada tema es diferente al anterior, que la gente no sepa muy bien a qué atenerse en los conciertos, yo creo que lo agradecen, yo por lo menos como espectador lo agradezco y pienso que hay un sector del público que busca la sorpresa, cosas nuevas.
Pasa otra cosa, que el público quiere tener un contacto directo con los músicos, quiere llegar a empatizar, y, si le damos la vuelta, el artista lo que quiere es epatar. Con estos dos ingredientes se intenta conseguir una especie de comunión. Esto se trata en definitiva en hablar con la gente, como si estuvieras hablando en una cafetería, de una forma normal, como se comunican las personas. esto no es «¡Hola Madrid!, hemos compuesto este disco y estamos muy tristes».
¿Dónde reside el triunfo, qué significa para vosotros?
R: El triunfo es tener un reconocimiento por parte de la gente y poder vivir de la música, poder dedicar todo tu tiempo a componer y a tocar.
¿Y estáis consiguiendo vivir de la música?
R: Más o menos sí, en parte. Yo tengo una labor docente y prácticamente vivo de estar creando, con mis alumnos, que tiene una labor muy creativa. Ahora queda la parte de Inma, que consiga dejarse su trabajo.
I: Pero bueno, la verdad es que aunque si sólo fuera con conciertos sí podríamos vivir de esto, mantenernos. Claro, todo depende de las necesidades de cada uno y las nuestras se pueden cubrir con lo que ganamos con la música.
La guitarra de Woody Guthrie decía que «Esta máquina mata fascistas», ¿se puede hacer algo por la sociedad con un instrumento en las manos?
R: Mira, esto que voy a decir puede resultar derrotista, pero yo pienso que hoy en día…, hubo un momento que sí, con la canción protesta…, pero hoy creo que la juventud se toma todo muy a la ligera. Yo puedo lanzar un mensaje, pero ese mensaje musical va a durar tres días en las redes sociales.
I: Es todo muy efímero.
R: Sí, todo es efímero. Creo que precisamente la forma de influir en la gente está, como comentábamos antes, en la forma de ser, de comunicar en un concierto.
Entonces posicionamiento político tampoco.
R: A ver, yo tengo mis ideas políticas, que de hecho a veces son bastante radicales, y hasta extremas, pero no me gusta asociar música e ideas políticas. No descarto que lo haga en un futuro, eso sí.
I: Hace poco nos invitaron a tocar en las fiestas de un partido político en Murcia y dijimos que no porque no queremos que se nos asocie con ninguno, estemos de acuerdo con ellos o no. Además, como Crudo Pimento es cosa de dos, pues no metemos estos temas. A lo mejor él en solitario sí lo haría.
R: Bueno mira, nosotros sacamos un disco de descartes, Descartes y Dislates, y ahora va a haber un segundo disco en el que hay un tema con una grabación de campo con un discurso de Fidel Castro en
la época fuerte de la revolución. A veces sí dejo caer ciertos «flashazos», pero no es lo primordial. Eso no quita para que me pregunten en una entrevista, diga cosas que no tenga que decir y la líe.
Pero hay libertad de expresión, ¿no?
R: La Comunidad de Madrid hace tres días prohibió un concierto de Soziedad Alkoholika. Sólo se me ocurre decirte eso.
¿Cómo veis el indie? ¿No creéis que se está desvirtuando un poco?
I: Antes independiente era alguien underground, y ahora lo es todo el mundo, ahora es mainstream.
R: Lleva desvirtuado desde el principio, de hecho la palabra indie ya nació como una etiqueta comercial. Te puedo asegurar que aquí en España no es nada underground. Para mí el Guadiana, lo que va por debajo, siempre ha ido por otro sitio, y no ha tenido cauces comerciales ni radiofónicos ni de otro tipo, sus canales eran los fanzines y esas publicaciones. El indie siempre ha estado desvirtuado y prostituido. De hecho, gran parte de las compañías independientes han acabado absorbidas por multinacionales. Que lo puedo entender, ¿eh?, es difícil decir que no a mucho dinero.
Fíjate, musicalmente las tornas han cambiado, y lo que te voy a decir suena a barbaridad: ahora mismo el indie se ha anquilosado, muchos grupos independientes suenan prácticamente igual, y luego, el mundo mainstream, que se supone menor, curiosamente tiene productos con más valor artístico y calidad creativa que lo que puede haber en el otro bando. Te hablo por ejemplo de Pharrell Williams, que vende millones de discos y suena en las 40 Principales.
Una compañera de trabajo me decía esta mañana, habándome de un grupo joven que conocía, Those, que eran muy “majos, muy accesibles”. ¿Por qué los músicos tienen a veces esa fama de inaccesibles, realidad o fama?
I: Hay grupos y grupos, hay algunos que se muestran tal cual son en la vida real y hay otros que se creen en una esfera superior.
R: Pues yo tampoco lo entiendo la verdad. Nos pasó con un músico en un festival que compartimos cartel, que realmente era un subnormal. Yo lo primero que hago cuando llego a un festival es hablar con los técnicos, con los currantes. Este tipo del que te hablo, llegó y empezó a tirar los micros… Yo creo que se llega a ese punto porque o no has trabajado en tu vida o no conoces la vida «jodida».
I: Es una falta de respeto a todo el mundo.
¿Qué estáis escuchando ahora mismo?
R: Esta tarde mismo estábamos escuchando 713avo Amor, un grupo, esos sí, muy underground de Málaga, que hacían una mezcla entre poesía y noise, muy oscuros.
I: Y de novedades discográficas, a Scott Walker con Sun O)))
R: A mí también me ha dado últimamente por el free jazz, por Ornette Coleman. No sé, escuchamos de todo. Yo ahora me levanto todos los días con Sting. Ha sacado un disco, un musical, basado en una historia que cuenta su infancia en su pueblo donde había unos grandes astilleros que cerraron. Todas las mañanas me levanto y pongo la primera canción del disco, The last ship, El último barco. Impresionante. Se nota que está más mayor, con la voz más cascada…, pero es brutal.
Ah, y para cocinar todos los días nos ponemos la banda sonora de Blade Runner.
Raúl, ¿tus instrumentos parten de una necesidad o surgen a modo de collage, juntando piezas que tienes por casa y dándoles un sentido?
R: Es una mezcla de las dos cosas. Yo empecé a construir instrumentos por una necesidad. Estaba metido en un proyecto de recuperar música antillana antigua, el meto, el calypso, y me di cuenta de que si quieres rescatar esos sonidos…, los grupos que lo han intentado no han sido creíbles porque tocaban con instrumentos actuales. Si quieres tener esa esencia no te queda otra que tener esos instrumentos que ellos tocaban. ¿Qué pasa? Que esos instrumentos es muy difícil conseguirlos, y entonces te los tienes que construir. Tuve la facilidad que trabajé muchos años en un taller de fabricación mecánica, con aceros, y ya perdí la cabeza, menos máquinas hacía de todo.
A partir de esa elaboración de instrumentos de «raíz», comencé a evolucionarlos. Para mí es muy importante la sonoridad, yo no puedo grabar discos sin elementos sonoros nuevos, que creen paisajes y sonoridades nuevas.
Inma, tú programabas un festival de garaje. Sabemos cómo está el panorama de bandas independientes en la región, pero, ¿cómo está el panorama más underground en Murcia? ¿Se mueve, hay grupos interesantes?
I: Ahora mismo ya no organizo nada, estoy muy centrada en Crudo Pimento. Lo último que organicé fue traer a Los Hermanos Cubero, cuando estaba todavía la Peña Flamenca de la calle Victorio.
R: Ella ha sido pionera en traer a muchas bandas. Por ejemplo, cuando nadie conocía a Guadalupe Plata, ella los trajo.
I: En la Vega Baja están saliendo bandas interesantes, por ejemplo, los Virgen.
Vuestro primer disco lo grabasteis en vuestra casa, ¿Fania Helvete se ha grabado de la misma manera?
R: Sí sí, de la misma manera aunque quizá con mejores medios, porque me compré un Mac, que el anterior se fundió. Nada, ordenador y micros. No me gustan los estudios.
Entonces, ¿la autogestión es la solución o sólo una opción?
R: Las dos cosas.
I: A ver, este segundo Lp ya no está autoeditado, lo hemos sacado con el sello Miel de Moscas, que ha supuesto quitarnos mucho trabajo de encima. Antes yo era quien organizaba la gira, quien llevaba la comunicación, las entrevistas…
R: Claro, ahora Miel de Moscas se encarga de esto y de la parte técnica de los conciertos. Yo el año pasado me hice 28000 kilómetros conduciendo yo sólo. Además, el Gps lo odio, llegamos a un sitio y preguntamos a los taxistas o a la gente que nos encontramos por la calle.
I: De hecho, al fotógrafo que solemos contratar, Javier Rosa, lo conocimos preguntando en un pueblo.
R: Si no fuera por eso a lo mejor no conoceríamos a tanta gente. De todas formas, en parte sigue siendo autogestión, porque Miel de Moscas es Ángel y su novia, como nosotros, que su estudio está en una habitación de su casa, que son unos apasionados de la música… Si hubiera sido un sello más grande, que también te digo que podríamos haber tirado la piedra y habernos contratado alguno…, pero no, no nos interesa, perderíamos a lo mejor nuestra identidad.
Mira, yo terminé el disco y dije «hostia, yo no sé esto quién nos lo va a querer editar»(risas), y cuando Cascales nos dio la portada, que hizo un muñequico así muy abstracto, y en una esquina le pintó una cuca…
I: Una locura de disco, entre la portada, el sonido… Pensamos que no sabíamos si íbamos a acabar con nuestra carrera.
R: Para rizar el rizo, el que yo pretendo que sea primer single del disco es una canción que no está en el disco, un fandango antiguo, La hija de Juan Simón, que la cantaba Antonio Molina.
Cuando tenemos el momento, te lo digo sinceramente, que podríamos haber dado el paso de por ejemplo, qué sé yo, hacer música americana, como muchos…, dije no, nosotros no somos americanos.
I: Queremos seguir sorprendiendo, y para seguir sorprendiendo tenemos que arriesgar.
También en el primer disco había 17 canciones directas, muchas bastante cortas, y este, a tenor de los dos temas que habéis colgado en vuestro bandcamp va por el mismo camino. ¿Lo vuestro son “descargas sonoras”? En el sentido de las descargas en el jazz.
R: Tú ahí lo has visto claro, por eso el disco se llama así, Fania Helvete, por el sello discográfico seminal que popularizó la salsa, Fania Records, y Helvete, que significa «infierno» en noruego, es el sello seminal del black metal de este país. El disco es una fusión de los dos géneros musicales.
I: Por eso también en el bandcamp hemos colgado un tema más latino y otro más duro.
R: Yo digo que en el disco hay una de napalm y una de arena. Una canción metalera y después otra más latina, y así sucesivamente. Hasta que al final todo se va confundiendo y es todo un sin dios. El disco es como una batidora de 27 minutos muy loca. Luego en los conciertos ya desarrollamos los temas, claro.
¿Qué proyectos hay ahora, vais a mover el disco?
I: Pues el 27 de marzo presentamos el disco en la Sala 12&medio, en el Microsonidos, ya el 28 nos vamos a Madrid, al aniversario de la Sala Moby Dick, donde tocamos con Trepàt, igual que en el Microsonidos. Luego vamos a estar en Zaragoza, en un festival de dúos, el Two Shots Festival, donde nos hace ilusión porque tocamos con Za!, un grupo que nos gusta mucho.
R: Con Za! espero hacer buenas migas, porque me gustaría colaborar con ellos.
Yo además me he metido en un fregado importante, porque estoy componiendo, para el Festival de Cine Fantástico en Murcia, la banda sonora de la película danesa muda Häxan, la historia de la brujería a través de los tiempos. Esta banda sonora la tocará la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, con la película, en el Auditorio Regional.
La película habla de cómo las enfermedades mentales se tapaban y se explicaban por medio de la brujería. Impresionante.