Sé que me expongo a que alguien piense que no tengo ni idea de fotografía o que antes de escribir debería pensarme las cosas un poco, pero tengo que reconocer que a mí, Sebastião Salgado, dentro que me parece un excelente fotógrafo, supongo que uno de los mejores que ha dado la historia de la fotografía, no es, por así decirlo, mi fotógrafo de cabecera. Pues ya ves, pensará el lector, Salgado estará ahora mismo sin dormir por lo que acabo de decir. Es cierto, mi opinión cuenta poquísimo, primero porque soy -se supone- sólo un humilde ¿bloguero?, y segundo porque de fotografía tampoco es que sea yo un crítico de referencia internacional. Pero bueno, opinar sobre mis gustos puedo, y es lo que intento hacer. Reconozco que sus obras son perfectas, espectaculares, pura poesía en ocasiones, de un blanco y negro ideal…, pero de tan perfecto, me supera. En el arte no sólo me pasa con este caso, ¿eh?, prefiero siempre, aunque sea imperfecto, el artista que da un margen al error, a la anomalía, el virtuosismo no me va.
Dicho esto, también es verdad que, cuando veo sus fotos, me impresionan, de hecho pensaba para este post poner sólo una, pero eso es imposible, tengo que poner más, me pongo a ver la serie de fotografías que componen Génesis, la exposición itinerante que se inaugura hoy mismo en Murcia, en la Avenida de la Libertad, y son tan buenas que hay que mostrar varias. Esa cara de animal que se gira a la cámara en un acantilado que parece de Tierra de Fuego, ese valle de Alaska con un perfecto río que lo parte en dos, esa familia de indígenas –mi preferida- tumbados tranquilamente en un manto de hojas de palmera… No puedo hacer otra cosa que quedarme con la boca abierta y arrodillarme ante lo sublime de las miradas del artista. Por eso, por la trascendencia que tiene la fotografía y la figura de Salgado, creo que es importante que en una ciudad pequeña como Murcia podamos disfrutar de su obra, realmente es un privilegio.
Entre los trabajos que Salgado ha producido durante su larga trayectoria, destacan tres proyectos de gran envergadura:Trabajadores (1993), que documenta la evanescente forma de vida de los obreros de todo el mundo, Éxodos (2000), un tributo a la emigración masiva provocada por la hambruna, los desastres naturales, el deterioro medioambiental y la presión demográfica; y esta nueva obra, Génesis, que es el resultado de una épica expedición de ocho años para redescubrir montañas, desiertos, océanos, animales y pueblos que han eludido la impronta de la sociedad moderna: la tierra y la vida de un planeta aún virgen. “Alrededor del 46 % de la Tierra permanece en el estado en el que se hallaba en la época del Génesis —nos recuerda Salgado—. Debemos conservar lo existente”. De hecho, Salgado equiparaGénesis con lo que él describe como “mi carta de amor a la Tierra”.
Especies animales y volcanes de las Galápagos; los caimanes yacaré y los jaguares de Brasil; los leones, leopardos y elefantes africanos; la tribu de los zo’e, aislada en lo más profundo de la selva amazónica; la neolítica etnia korowai de Papúa Occidental; los nómadas ganaderos dinka en Sudán; los trashumantes nenets y sus manadas de renos en el Círculo Polar Ártico; los volcanes de África Central y de la península de Kamchatka; los ríos amazónicos Negro y Yuruá; las gargantas del Gran Cañón… En total 38 fotografías que pretenden, además de mostrar la belleza de los espacios vírgenes de nuestro planeta, concienciar de lo frágil del mismo y lo importante que es su conservación.
Génesis va estar en la Avenida de la Libertad hasta el próximo 19 de marzo, y está organizada por la Obra Social “La Caixa” a través del programa itinerante Arte en la calle.
Sólo un apunte referido a Salgado: recomendamos fervientemente que quien no lo haya hecho todavía, vea La sal de la tierra, el impresionante documental que Win Wenders y Juliano Salgadodedican al fotógrafo brasileño. El film ya no está en nuestras pantallas murcianas, pero suponemos que en breve aparecerá en vídeo.
Publicado por Qué pasa en Murcia
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