La Ribot y sus piezas distinguidas

Han pasado veintitrés años desde que La Ribot diera comienzo a Las Piezas Distinguidas y el proyecto no ha dejado de desplegarse y transformarse desvelando cada vez nuevas capas y significados.

Las Piezas Distinguidas (Another Distinguée), espectáculo-performance que se va a representar los próximos 15 y 16 de este mes en el Espacio 0 del Centro Párraga, son acciones cortas organizadas en serie, que han sido presentadas en varios dispositivos, pasando a lo largo del tiempo y de las representaciones del teatro a la galería de arte. Another Distinguée añade al proyecto un nuevo estrato llevándolo a un lugar sorprendente en el que todo lo creado hasta ahora adopta un nuevo significado. Invita a adentrarse en un espacio particular que apela a la experiencia individual y directa: cada espectador debe hacerse cargo de su propia presencia y es libre para decidir dónde y cómo quiere estar en cada momento.

La obra es una invitación al olvido y a la vez un ejercicio de memoria. Aunque en este caso, la memoria sea caprichosa y no admita ningún control sobre lo que produce. La memoria construye sus relatos como si fueran nuevos cada vez y para ello desplaza, repite, inventa, añade, reprime, etc.

Asimismo, si el fin de semana es el momento para Another Distinguée, mañana viernes, 14 de octubre se inaugura la exposición Un brazo de menos, un ojo de más, que profundiza aún más si cabe en la estrecha línea, casi inexistente, entre danza, performance y arte conceptual.

María José Ribot Manzano, La Ribot (Madrid, 1962), es una bailarina y coreógrafa española que en la actualidad vive y trabaja en Ginebra. Iniciada en el contexto cultural específico de la España de los años 80, la práctica de La Ribot ha modificado profundamente el campo de la danza contemporánea. Tomando prestado libremente su vocabulario del teatro, de las artes visuales, de la performance, del cine y de la imagen, el trabajo de esta artista pone el acento sobre los puntos de fricción entre diferentes disciplinas y terrenos.

La danza por lo tanto es para ella el punto de partida de múltiples experimentaciones ancladas en el lenguaje del cuerpo. Pero también el lugar de negociación entre marcos diferentes que proporcionan al cuerpo un lugar preciso que este trabajo tiende a modificar: el museo, la escena, el video-arte.

Su trabajo coreográfico, según ella misma, es un punto de partida de múltiples experimentaciones basadas en el lenguaje del cuerpo, ha sido presentado en escenarios tan dispares aparentemente y tan importantes como la Tate Modern de Londres, el Théâtre de la Ville de París, en el Centro Pompidou (París) o el Museo Reina Sofía (Madrid), y su trabajo visual figura en las colecciones de MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León), del Artium (Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo) o de la Casa Encendida de Madrid.

A lo largo de su carrera, ha recibido numerosos premios de prestigio, por ejemplo, el Premio Nacional de Danza en el año 2000.

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