«Nos apasiona enseñar danza clásica»

Fuensanta Zomeño y Raquel López son bailarinas, coreógrafas y profesoras del Conservatorio de Danza de Murcia. Con su compañía, Danzarte21 Ballet Joven, compuesta por un grupo niñas y niños de 5 a 22 años, estrenan el domingo que viene en Murcia la obra El libro mágico de Paula.

Nos citamos en la puerta del Conservatorio para que Joaquín les haga unas fotos, al término de la sesión se encuentran a unas antiguas compañeras de danza. Charla, recuerdos, que si esta profesora ya se jubiló, que si el año que viene traigo a mi hija a que empiece a bailar… Despedida y a hablar un rato con ellas en el Café Ficciones.

Como buenas amigas y coreógrafas, la compenetración es total, lo que una dice, la otra lo termina, le añade lo que falta. Hablan de su proyecto, de la educación o de la danza, con tanta pasión, con tanto cariño que de verdad da envidia.

¿Lo vuestro es vocación infantil o fuisteis cogiendo el gusto por la danza poco a poco?

Raquel: En mi caso fue completa vocación infantil. En Lorca, de donde soy, era un poco complicado porque no había muchas academias, pero comencé en el colegio a bailar, la profesora vio que tenía cualidades, me llevó a una academia y comencé.

Fuensanta: En mi caso también fue vocación temprana, aunque primero comencé haciendo gimnasia rítmica, luego danza, mis padres vieron que tenía aptitudes y que me gustaba y ya continué.

Cuando se habla de danza clásica se dicen términos como sacrificio, disciplina…, términos duros, que no llaman precisamente a una dedicación por parte de los niños. 

R: A esos términos que dices le puedes añadir satisfacción personal, motivación…, palabras más amables. Desde luego que esto no es fácil y hay que trabajar mucho y tener mucha paciencia, pero te puedo asegurar que en la danza al final prima el lado positivo del oficio.

F: Lo bonito de la danza clásica es que tiene esas dos partes, por una parte está la constancia, disciplina, esfuerzo, paciencia, responsabilidad…, y por otra el disfrute del trabajo diario, el compañerismo, crear unas amistades que son para toda la vida… A mí por ejemplo me sirvió de pequeña para pulir mi timidez, la danza me permitía expresar una serie de cosas que me resultaban a veces difíciles de expresar.

Dado lo exigente de vuestra disciplina y la paciencia y dedicación que hay que tener, ¿os habéis visto en la tesitura de tener que convencer a un alumno de que no se lo deje?Imagen2

R: Muchas veces, nosotras somos expertas en eso, nos suele salir bien y somos muy persistentes. Sabemos que hay unas edades en las que tu vida es una duda perpetua, una edad además en la que ves que tus amigas salen y tú no puedes, que los sábados por la mañana tienes que ensayar…, conocemos mucha gente que se lo ha dejado en su juventud y luego se ha arrepentido. Intentamos que a nuestras alumnas eso no les pase.

F: Y les hacemos ver la parte buena que tiene después de tomar esa decisión, intentamos hacer ver a alumnos y padres que esa decisión de seguir les va a compensar y que van a aprender cosas que luego van a poder aplicar en su vida cotidiana, en sus estudios…

R: La capacidad de organización que tiene una persona que hace danza, o música por ejemplo, a lo mejor no la tiene otra persona. Tú necesitas tu rutina diaria, te tienes que organizar las horas, y al final se convierte en una necesidad, aunque sea en vacaciones.

F: Yo que ahora tengo cursos avanzados, les intento también hacer ver que la danza puede ser una salida profesional, a pesar de que hay que ser realistas y hacerles ver que entrar por ejemplo en una compañía es muy complicado, y que no todo el mundo tiene las condiciones para ello.

R: Claro, pero precisamente a estas personas hay que hacerles ver que no todo en la danza es bailar. A veces es duro, porque hay alumnos que lo dan todo, pero su físico a lo mejor no llega a más…

F: Efectivamente, pero en estos casos también los profesores tenemos que concienciarnos de que aquí preparamos tanto bailarines como maestros, y que si no reúnes las condiciones para ser bailarín profesional a lo mejor puedes ser un excelente maestro. De hecho, en las enseñanzas superiores se forman coreógrafos, pedagogos…, cuando nosotras estudiábamos no había esas especialidades pero ahora sí las hay.

Vosotras sois profesoras del Conservatorio de Danza de Murcia. Dos preguntas: La primera, qué cambios ha habido desde que vosotras erais estudiantes a ahora; y segunda, cuál es la situación ahora mismo del Conservatorio, desde el punto de vista educativo y de medios.

R: El Conservatorio de Danza ha mejorado en muchos niveles, tenemos un número superior de aulas, se ha incrementado el profesorado, hay asignaturas nuevas muy interesantes como el Taller Coreográfico, o asignaturas más teóricas, que antes estaban más descuidadas como Anatomía, Historia de la Danza o Música, que ahora se han puesto en valor y que enriquecen la enseñanza y la formación de los alumnos. Además, la proyección del Conservatorio a nivel regional e incluso nacional es buena. No sé, antes la danza era más elitista, ahora se ha abierto a mucha más gente, en ese aspecto ha mejorado muchísimo.

¿Desde el punto de vista de las instalaciones? Va poco a poco, se está peleando y desde luego las condiciones podrían ser mucho mejores. Yo creo que en general las enseñanzas artísticas están descuidadas.

F: Desde luego que hay necesidades mínimas que no se terminan de cubrir. Hay cosas mejorables, a nivel de Centro, aunque supongo que es algo general en los centros educativos, y es que los profesores, por el hecho de tener nuestras manos la educación de muchos niños,  debemos ser responsables y seguir formándonos en nuestras materias, tanto en lo teórico como en la técnica. El objetivo de mis clases, además de que aprendan, es que salgan contentos, satisfechos, y esa es la labor que todos los profesores tenemos que intentar conseguir, que recuerden, en nuestro caso, su paso por el Conservatorio como un paso feliz.

R: El problema con esos cauces de formación de los que habla Fuensanta es que primero deberían tener más dotación económica. A un profesional que se le llama para dar un taller, un seminario, se le paga tan poco, que no les compensa venir.

Vamos a ver, la educación pública es fundamental, y es tarea de todos cuidarla y reivindicarla, empezando por la administración y siguiendo por todos nosotros. Y te hablo como profesora y como madre. La administración es responsable de mantener los centros públicos, es necesaria una dotación económica decente para lo público, que nuestros hijos tengan los mismos medios que los que estudian en colegios privados. Esta es una prioridad, y creemos que el Conservatorio está poco cuidado en ese sentido.

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¿Qué significa para vosotras enseñar danza clásica a vuestros alumnos?

R: Nosotras somos fanáticas de la enseñanza. Mira, yo conservo una encuesta que me hicieron cuando estaba en 8º de EGB en la que se me pregunta qué quiero ser de mayor y yo pongo «profesora de danza».

F: Fíjate, yo todo lo contrario. A mí me hubiera gustado ser bailarina, pero recuerdo que, cuando terminamos la carrera, Raquel y yo nos fuimos a Madrid para ver cómo era el mundo de las compañías y de los bailarines profesionales, y me di cuenta de que a mí eso no me iba, no encajaba conmigo. Cuando ya empecé a dar clases particulares para ganarme un dinero fue cuando me di cuenta de que lo que más me gustaba en el mundo era dar clase, y desde luego ahora me apasiona.

En pintura la abstracción viene de la figuración, ¿debe ser así con la danza, es decir, si eres un buen bailarín de clásica serás mejor de contemporáneo?

R: Depende de gustos. A mí particularmente me gusta que un bailarín de contemporánea tenga una formación clásica, pero también existen bailarines contemporáneos sin esta formación que son espectaculares, aunque es verdad que eso se nota. Por ejemplo, al hablar de mejoras, otra de las mejoras en el Conservatorio es que entró la danza contemporánea como especialidad, y además la gente de danza española y contemporánea tienen sus asignaturas de clásica, y viceversa, los de clásico tenemos contemporáneo.

F: Cuanta más formación tengas, mejor, y además te digo que en las grandes compañías la base de todo es la danza clásica. Es que en la danza clásica entra control del cuerpo, sujeción…, y ya si hablamos de gimnasia rítmica, deportiva o natación sincronizada, todos toman clases de danza clásica.

¿Pero entonces creéis que es necesario saber clásico para ser un buen bailarín de contemporáneo?

Al unísono: Sí.

¿Qué es Danzarte21?

F: Danzarte21 es un sueño hecho realidad, porque nace de la ilusión de Raquel y mía de darle la oportunidad de expresión a una serie de bailarines.

R: Danzarte 21 está creado como pedagogas más que como coreógrafas, porque el fin último es que nuestras alumnas y alumnos, antes de dar el salto a compañías de fuera, tengan la posibilidad de funcionar como una compañía profesional, a todos los niveles. En nuestra compañía funcionamos exactamente como una compañía profesional, lo que pasa que, como no tenemos personal, lo hacemos todo nosotras (risas). Con la ayuda de amigos, eso sí, que han trabajado con nosotras desde que comenzamos en 2007.

Imagen3F: Claro, es que lo bonito de la danza también es mostrar al público todo lo que has trabajado. Nosotras vimos que, a diferencia por ejemplo de la danza española, de clásica en Murcia no había

compañías, y la montamos. También es verdad que es más difícil, la danza clásica es muy estética, muy visual, técnicamente tiene que ser impecable…, eso implica que termina una promoción de alumnos y necesitamos unos años para formar a otra nueva hornada de bailarines que tengan un nivel mínimo, por eso cada x años vamos haciendo una parada en la compañía. Comenzamos en 2007, estuvimos hasta enero de 2011, paramos, y ya empezamos a formar gente hasta 2015, que comenzamos otra vez con los ensayos de la compañía.

R: A nosotras nos encantaría seguir con nuestros chicas, de manera profesional, pero como no hay dinero las tenemos que dejar marchar. Aunque luego vuelven, por ejemplo, para la obra que estrenamos el domingo, El libro mágico de Paula, hemos “rescatado” antiguas bailarinas nuestras que están en Madrid y Alicante. Quiero decir que desde 2007 hemos estado pidiendo subvenciones que nunca nos han dado. Ya hemos desistido y nos autogestionamos.

¿Es para vosotras Danzarte21 una salida al academicismo del Conservatorio o un complemento? ¿Pretendéis que lo sea para vuestras bailarinas?

R: Sí, para nosotras y para ellas. Es una vía de escape…, bueno sí, un complemento.

F: El Conservatorio y la compañía son complementarias, las dos son necesarias, en uno se aprende técnica y en la otra se aprenden a crear, a expresar. En El libro mágico de Paula cada una tiene un personaje, tienen que meterse en ese papel.

El domingo que viene se estrena en el Auditorio Víctor Villegas El libro mágico de Paula la obra que dirigís de forma conjunta. Contadme algo sobre ella, de quién partió la idea, en qué os habéis inspirado…

R: Pues mira, estábamos las dos embarazadas, en 2007, como te he dicho antes, y estábamos tan felices, tan bien, que queríamos crear esto. Por otra parte, yo creo que esto es el producto que nos faltó a nosotras cuando éramos estudiantes.

F: Desde que trabajábamos en academias de danza estábamos acostumbradas a montar espectáculos con cuentos, y llegó un momento que queríamos como unirlos todos en uno solo. Se lo dijimos a mi hermana Mariló, y se puso a escribir el libreto. Este Libro mágico es el reestreno del que se hizo en 2007 y que se estrenó en Beniaján.

R: Que estrenemos nosotras en el Auditorio es porque hace poco Fuensanta hizo una pequeña colaboración con la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, en la que incluyó un pequeño extracto del Libro mágico de Paula. Sintieron curiosidad, les presentamos el proyecto completo, y les gustó tanto que nos pidieron presentarlo completo.

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¿Con quién colaboráis para llevar a cabo la obra?

F: El diseño de escenografía y merchandising lo lleva Pilar Larrotcha de Paparajote Factory, la iluminación la lleva Luisma Soriano, Oché Cortés hace la narración en off, Ángel Ruiz las fotos promocionales, Daniel Martínez que ha hecho la maquetación del libreto, David Giner que nos va a hacer el audiovisual, y la Orquesta Sinfónica, con su directora Virginia Martínez, que nos apoya en la música.

R:También contamos con Juanjo Arqués, amigo, compañero y bailarín solista del Het National Ballet de Holanda, que nos ha apoyado desde el principio, y que no duda en ningún momento en cogerse un avión y echarnos una mano cuando haga falta. Es incondicional nuestro y nosotras no te imaginas lo mucho que lo queremos.

F: Y la ayuda desde luego de la Asociación de Vecinos de Vistabella, donde hemos ensayado alguna vez, la fantástica colaboración del Auditorio Regional, y sobre todo del Colegio Barriomar 74 de Murcia, que tiene un equipo directivo maravilloso, que nos ha abierto sus puertas desde el principio.

Proyectos de futuro con Danzarte21.

R: ¿Sabes lo que pasa? Que son tantas horas que hay que dedicarle al Libro mágico de Paula, que necesitamos un tiempo de regeneración física y mental. Nos encantaría moverlo, por supuesto, pero no tenemos ni prisa ni ambición. Además, hemos cogido muchos sábados y vacaciones de nuestros alumnos y queremos también que se reorganicen.

F: Aunque funcionemos como una compañía profesional tampoco nuestro objetivo es cantidad de funciones, no tenemos necesidad. La alegría del proyecto debe continuar y la mejor manera es tomarlo de una forma relajada.

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