Peter Greenaway en Murcia

Peter Greenaway (Newport, Gales, 1942) es estos días uno de los protagonistas culturales de nuestra ciudad. El cineasta británico expone desde el pasado viernes en la Sala Verónicas de Murcia sus pinturas, dibujos y textos con el denominador común del cuerpo humano con el título Body Parts, y, con motivo de esta visita, la Filmoteca Regional lleva desde enero realizando una exhaustiva retrospectiva de su filmografía.

Sin duda que Greenaway es mundialmente conocido por sus películas, pero el cineasta británico siempre dejó clara su intención de transgredir las fronteras entre disciplinas para desarrollar un género que “permita fusionar pintura y cine en virtud de las referencias y asociaciones cruzadas”. Eso es lo que sentenció Greenaway en una conferencia celebrada en 2010 en Berkeley, donde se centró principalmente en los límites del cine, obligando a los asistentes a sentarse en la oscuridad en una habitación claustrofóbica.

De hecho, y siguiendo las huellas del discurso de Eisenstein, donde el autor soviético consideraba que “el cine tiene que ser pensado como la etapa contemporánea de la pintura”, Greenaway cree que entre estos dos dispositivos hay muchas similitudes. De hecho, siempre ha sostenido que “El cine nació a finales del siglo XVI con Caravaggio, Rembrandt, Rubens y Velázquez. En sus obras, ya estaban presentes todos y cada uno de los elementos cinematográficos, incluso el movimiento y casi el sonido”.

En Body Parts se exhiben 90 cuadros y dibujos, estando la pieza central situada en el antiguo altar mayor de la antigua iglesia conventual del siglo XVIII que es la Sala Verónicas.

El visitante podrá también ver el cortometraje de la comisaria de la exposición, Saskia Boddeke, titulado Alfabeto de Greenaway, donde el artista desgrana diferentes reflexiones que revelan facetas de su trabajo como artista y observador del cuerpo humano. Junto a esta pieza audiovisual central, se muestran otros dos vídeos más pequeños y un paisaje sonoro. El montaje ha corrido a cargo de Elmer Leupen, mientras que la música es obra de Luca D’Alberto.

En cuanto al contenido de las pinturas y dibujos, Greenaway los centra en diferentes partes del cuerpo, mostrando cabezas, corazones y genitales. Son también numerosos los retratos individuales, en los que se pueden hallar referencias mitológicas y artísticas, pasando a continuación a las parejas y grupos, a los árboles genealógicos, las dinastías y el público.

Las pinturas se caracterizan por estar realizadas con plantillas y estarcidos personalizados del propio Greenaway y poseen indicios de desgaste y deterioro deliberados y artificiales. Los cuadros y dibujos de los últimos diez años están realizados en acrílico sobre tabla, usando en ocasiones el collage.

Son numerosos los motivos que han inspirado al artista, y entre ellos destacan las excavaciones de Pompeya y los cuerpos reconstruidos de las víctimas del Vesubio, el gesto «congelado» del cuerpo humano. Se aprecia, asimismo, su interés por las pinturas murales romanas, por sus texturas, sus colores e incluso por su desgaste, fruto del paso del tiempo.

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