Pintor autodidacta, de vocación, el albaceteño José Callado empleó hace ya unos cuantos años todas sus fuerzas en dedicarse a lo que me le gusta, pintar. Me cito con él y con un amigo común en el Casino de Murcia, donde lo han invitado a presentar una serie de obras en las que predomina la materia, el color, la fuerza de la tierra y la profundidad del mar, paisajes naturales que son metáforas de paisajes personales, acrílicos que tienen la peculiaridad de que, por medio de unas gafas 3D, se vuelven tridimensionales, técnica en la que él es pionero y único artista en el mundo que la realiza.
La persona que nos acompaña ya me había dicho que Jose Callado es un tipo muy amable y muy cercano. Doy fe. Como en todo, las personas que más destacan profesionalmente –el curriculum artístico de Jose Callado es espectacular- suelen ser también las más cercanas y accesibles.
Unas fotos con sus obras y nos vamos a tomar un café a El Albero, en los bajos del Casino. Por el camino hablamos de música: que si vienen Manos de Topo, que a los dos nos gustan, que si el Souljacker de Eels es buenísimo…
Un cigarro en la puerta y para dentro. Empezamos.
José, ¿qué nos traes a Murcia?
Pues a Murcia traigo 18 obras que pertenecen a una serie que yo he denominado “Cartografías” y que son digamos vistas aéreas y también vistas de nosotros mismos, son nuestros mapas, nuestros territorios…, además de la manera en la que vemos la vida. La exposición que, como sabes, está en la Sala Alta del Casino, se podrá visitar hasta el 6 de marzo.
Si hiciéramos un mapa del arte en España, ¿en qué lugar te situarías?
Yo me situaría ahora mismo fuera del mundo, desde luego en España no me situaría. No sé, en el arte ahora mismo hay gente muy buena, con muchas inquietudes y que intenta hacer las cosa bien, pero parece ser que a las instituciones no les interesa demasiado el arte en estos momentos, parece como si todo lo demás tuviera prioridad y no se dan cuenta de que el arte es fundamental para nuestra sociedad, para realizarnos como personas, para, simplemente, existir como ciudadanos.
¿Pero realmente la situación, en cuanto al arte, en otros países es muy diferente, es mejor quizá?
No te creas que es muy diferente. En estos momentos en Europa, los países que estamos acusando la crisis en la que estamos inmersos, estamos igual más o menos, no podemos decir que unos en esto estén mejor que otros. Cuando empieza una crisis, una de las primeras cosas que caen es el arte, y cuando termina esa crisis también es verdad que una de las primeras cosas que resucitan es el arte. A mi modo de ver, hasta que esto no haya resucitado no podemos decir que el mundo va mejor.
El mercado del arte entonces, difícil.
El mercado del arte está ahora mismo en países emergentes como la India, China…, países que acaparan gran parte de la riqueza económica mundial.
He leído que en la exposición vas a contar con la presencia de un pianista y un tenor. ¿Hay alguna relación especial entre tu pintura y la música?
Bueno, yo digo lo que decía Chillida, que no sé qué es lo que me gusta más, si pintar o escuchar música. Yo siempre que estoy en el estudio estoy escuchando música porque es algo que me apasiona. Que mañana haya música en la presentación se debe a que Pablo Jara es un buen amigo mío, creo que uno de los mejores pianistas que hay en España ahora mismo, y viene con un paisano vuestro que es tenor, Juan Gallego, que van a interpretan cuatro temas de Schubert que hablan del paisaje, precisamente.
Las diferentes artes no son compartimentos estancos, a mí siempre me gusta contar con músicos, con cineastas…, con gente que sienta el mundo de la cultura de una manera diferente.
Hablando de música, háblanos de tus trabajos con Lagartija Nick.
Con Antonio Arias concretamente estuvimos trabajando para elMuseo Chillida Leku en un proyecto
que se llamó Bonne à tirer, en francés Bueno para la tirada, o primera prueba de imprenta que sale correcta para tirar una serie. Bueno, pues el trabajo con Antonio para mí fue muy enriquecedor, es un hombre que tiene muchas tablas, sabe muy bien de qué va esto del arte. Aparte, tenemos muy buena relación, yo lo conozco desde el año 1998.
Ya con Lagartija Nick hice la portada de su disco Zona de Conflictos.
¿Qué es la materia para ti?
Todo lo que tiene forma o te puede mostrar cosas que si no te fijas detalladamente te pueden pasar desapercibidas.
¿Y la naturaleza?
La naturaleza es la vida, ¿no? La vida en su máximo estado.
Te traes al Casino de Murcia pinturas tridimensionales, ¿cómo llegaste a entrar en este mundo?
Pues por pura casualidad, como la mayoría de las cosas que el hombre inventa. Un día estaba en el estudio y llegó un amigo con unas gafas 3D que había comprado para ver una película, me las dejó, me las puse y me di cuenta de que allí había un filón, un camino por desarrollar, en el que podía llegar casi a la metafísica de la pintura, que me permitía meterme dentro del cuadro, pasar por debajo de un árbol o junto a un río. El mundo se me abrió cuando vi lo que tenía delante de mis ojos.
¿Cuál es tu técnica? ¿Cómo se hace esto, si se puede saber?
Sí claro, no hay ningún problema. Cuando vi que el cuadro que te he comentado funcionaba en 3D, hice una revisión de todos los cuadros que tenía en mi estudio, a lo mejor había cien cuadros, los fui sacando uno a uno, y al final eran dos o tres los que funcionaban en 3D. Empecé a sacar conclusiones y me di cuenta que eran los colores los que hacían la pintura fuera tridimensional. Después de investigar llegué a la conclusión de que eran los tres colores primarios, rojo, verde y azul, los que hacían que se viera de otra manera.
De todas formas, mi pintura ha sido siempre la misma, lo que cambia es el posicionamiento de los colores. Yo parto de una mancha de color y es la “temperatura” del color lo que te va a dar la profundidad, cuanto más cálido el color, más en primer plano. Pinto en el suelo, de ahí puede venir también lo de “Cartografías”, por las vistas cenitales.
Claro, yo partía del punto de que tus cuadros tenían un proceso tecnológico, es decir, que utilizabas algún tipo de máquina para realizarlos. Pero no, es pura pintura, puro acrílico. Ahora no sé si tiene algún sentido preguntarte por la importancia que tienen para ti las “nuevas” tecnologías en el arte.
El arte, la ciencia y la tecnología siempre han estado unidas. Para mí esas nuevas tecnologías son importantísimas, de hecho, yo acabo de empezar un proyecto que une esas tres disciplinas, y que, cuando esté más desarrollado, comentaré.
¿Estás explorando, en ese mapa de tu arte, otras técnicas, otros territorios?
Yo soy un trabajador, un obrero del arte, yo me levanto por la mañana y mi trabajo es desarrollar mi arte. En la soledad del estudio siempre tienes mucho tiempo, a veces demasiado, para hacerte preguntas, que es al final para lo que sirve el arte, para hacerte preguntas e intentar darte respuestas.
No te voy a preguntar si es difícil vivir del arte porque sé que lo es, pero, ¿tú lo consigues? ¿A qué precio?
Yo consigo sobrevivir del arte, que no es lo mismo que vivir, pero bueno, no me puedo quejar. El precio es que te juegas la vida, si no funciona te puedes ver con 60 años y sin nada. Yo aposté por esto y aquí estoy.
Y después del Casino, ¿dónde vas?
Bueno, en Murcia, después del Casino me voy a Valladolid con Lorenzo Colomo, un amigo galerista. Las exposiciones necesitan un tiempo para prepararse y por ahora en eso estoy.
La entrevista en sí se cierra ya, pero la conversación no. Como he comentado al principio, nos acompaña un amigo común, Juan Carlos Calvo, otro albaceteño afincado en Murcia que habla de Jose y de su obra con el cariño y el conocimiento que da haberlo visto crecer como persona y como pintor. Tengo que decir que la sensación desde que empecé a preguntar es que Jose Callado es una persona discreta, a la que le cuesta hablar de su obra. Él, como ha dicho antes, es un obrero del arte, pinta porque necesita pintar, y explicar las razones por las que pinta no parece que sea lo suyo.
Juancar nos cuenta los inicios de Jose en la pintura: “Cuando éramos jóvenes, Jose tenía sus trabajos, que si comercial, que si lo que sea. Entonces lo que pasa es que Jose es muy aficionado a los toros, de hecho estuvo en la escuela taurina…, vamos ¡que quería ser torero incluso! Hasta que un día le tocó salir a torear un vaquilla y se acabó el toreo (risas).
El caso es que a raíz de esa afición al toreo, empezó a pintar con plumilla escenas de toros y de corridas…, muy bonitas, de hecho empezó a ganarse la vida como pintor vendiendo esas postales taurinas en Alicante, en Madrid…, para los turistas y eso. Con 17 años. Ahí es cuando Jose me dijo que quería ser pintor y que quería ganarse la vida con esto.
De ahí a ahora, a ser uno de los mejores pintores de Albacete, a ser reconocido en España…”
Y continúa Jose Callado hablando: “Lo que se valora en un pintor es su trabajo, su constancia. Una galería no coge un pintor que no lleve 10 años de trayectoria, ¿por qué?, porque pintar no es ‘hoy pinto, mira qué bonito, y mañana lo dejo’, pintar es mucho más. La galería hace una apuesta por gente que tiene una vocación y que no va a dejar de pintar nunca, necesita saber que si un cliente ha comprado una obra y al cabo del tiempo quiere otra de ese artista, la va a tener.
Entrar a hacer la colaboración en el Chillida Leku fue simplemente llegar y presentarme a él, a Eduardo Chillida, y decirle que yo quería trabajar con él. Me abrió sus puertas porque vio que yo era sincero, que creo en lo que hago.
Y sigue contando: “En junio voy a la Universidad de Altea, a hacer un taller sobre pintura tridimensional. Para mí no tener formación académica como pintor e impartir clases sobre pintura es un orgullo tremendo”.
Publicado por Qué pasa en Murcia
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