Vera y Victoria son dos jóvenes que se conocieron hace más de dos años y se enamoraron, y también es el proyecto fotográfico de Mar Sáez que se podrá ver en el Espacio Los Molinos del Río hasta el próximo 28 de julio.
Vera y Victoria comparten un proyecto de vida común e ignoran los prejuicios de otras personas. Sencillamente son dos mujeres que se aman. Se complementan, se atraen y se comprenden. Caminan juntas en la misma dirección y, paralelamente, conservan su propio espacio.
Vera es vegetariana, está terminando Filología Clásica y le fascinan los animales. Se siente mujer desde la infancia, pero hasta los 18 años no se lo confesó a su familia. Desde entonces, dejó de llamarse Bernardo y ese niño desapareció de su vida. Es activista y se siente orgullosa de su cuerpo. No tiene intención de someterse a ninguna cirugía. Defiende que la identidad sexual está en la cabeza de cada persona y que la reasignación genital es una decisión personal e individual.
Victoria alterna trabajos temporales como camarera. Es un torrente de vitalidad y adora que su pareja le sorprenda y le robe besos cuando menos lo espera.
Vera y Victoria son dos jóvenes de 26 y 22 años que tienen sueños, anhelos, miedos e ilusiones. El proyecto comenzó en 2012 como un diario visual y, tras cada encuentro con ellas, una nueva página se escribe para la fotógrafa Mar Sáez. Se trata de un retrato íntimo de esta joven pareja y de la riqueza de su relación.